A veces la naturaleza nos regala maravillas… y no hablamos solo de sus regalos para la vista, sino también para la salud, como es el caso de las aguas termales.
Por si no tienes claro qué son las aguas termales, se trata de aquellas aguas subterráneas que emergen a la superficie de la tierra con una temperatura superior a la temperatura media anual del lugar en el que están.
Las aguas termales naturales se calientan al pasar por capas profundas de la tierra y entrar en contacto con materiales geotérmicos. Aunque lo más destacable de ellas son sus propiedades, que van más allá de la simple relajación. De hecho, sus beneficios las convierten en una fuente de bienestar única.
¿Quieres saber más? En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre las aguas termales.
¿Qué beneficios tienen las aguas termales?
Las aguas termales están especialmente indicadas para tratamientos de hidroterapia, por eso forman parte de lugares como los balnearios. ¿Pero sabes a qué se debe?
Como te adelantábamos, las aguas termales naturales tienen una composición muy especial. Por su alta mineralización y temperatura, están cargadas de propiedades terapéuticas que pueden mejorar de forma significativa nuestra salud y bienestar.
Entre sus múltiples beneficios, destacan:
- Alivio del dolor muscular y articular. Gracias a sus minerales y a su temperatura, las aguas termales son ideales para relajar los músculos y aliviar dolencias como el reumatismo o la artrosis.
- Mejora de la circulación sanguínea. El calor de las aguas termales estimula nuestra circulación y esto aumenta la oxigenación de nuestro cuerpo, lo que ayuda a reducir problemas como la hipertensión.
- Propiedades para la piel. La riqueza mineral de estas aguas también puede servir para calmar problemas cutáneos: acné, psoriasis, dermatitis…
- Efecto relajante y antiestrés. Sumergirte en aguas termales es una experiencia de desconexión total, perfecta para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
¿Sabías que las propiedades del agua de Balneario de Fitero pueden aportarte todos estos beneficios y muchos más? Son aguas mineromedicinales e hipertermales, ya que su temperatura asciende a los 52ºC.
Esto las hace especialmente indicadas para tratar ciertas dolencias, como enfermedades reumáticas o del aparato locomotor, trastornos de la ansiedad, broncopatías, faringitis y laringitis crónicas, así como catarros de repetición. También ayudan en la rehabilitación funcional y los procesos arteriales periféricos. Además, aportan beneficios terapéuticos que favorecen la relajación, la recuperación y el bienestar general, convirtiéndose en una opción ideal para el ocio saludable en cualquier etapa de la vida. Increíble, ¿verdad?
Tipos de aguas termales
Ahora ya conoces a la perfección qué son las aguas termales y qué beneficios pueden reportarte algunas de ellas, como las de nuestro Balneario. Lo que aún no te hemos contado es que existen varios tipos de aguas termales: podemos clasificarlas de acuerdo a diferentes criterios, como su temperatura, su composición o las fuentes termales de las que proceden.
En este apartado, vamos a centrarnos en los tipos de aguas termales que hay según su origen geológico:
- Aguas termales volcánicas o magmáticas. Son aquellas que provienen de regiones cercanas a volcanes, cuyo caudal es constante. Por lo general, son hipertermales (superan los 50ºC) debido a su proximidad al magma. Cuentan con una gran concentración de minerales, como el azufre o el magnesio.
- Aguas termales telúricas. Normalmente, las aguas telúricas presentan temperaturas mesotermales (35-40ºC), un caudal variable y una mineralización menor en comparación con las aguas volcánicas. Estas aguas pueden tener dos orígenes principales:
- Tectónico. Emergen debido a movimientos de las placas tectónicas que permiten que el agua suba a la superficie a través de fracturas en las rocas.
- Fósil. Son aguas que han permanecido atrapadas en capas profundas de la tierra durante millones de años, obteniendo una composición mineral muy beneficiosa.
Temperaturas en aguas termales
Otro aspecto fundamental para clasificar las aguas termales es su temperatura, que también influye en los beneficios que pueden ofrecernos.
En base a este factor, podemos dividirlas en tres tipos:
- Hipertermales, es decir, aguas con temperaturas superiores a los 45°C.
- Mesotermales, que están entre 35°C y 45°C.
- Hipotermales, esto es, entre 20°C y 35°C.
- Frías, cuando se encuentran por debajo de 20°C.
Como podrás imaginar, cuanto mayor sea la temperatura de unas aguas termales, más beneficiosas para la salud pueden resultar.
Componentes de las aguas termales
Sin duda, el gran secreto de las aguas termales reside en su rica composición mineral. En función de la misma, podemos encontrar:
- Aguas cloruradas, ricas en cloruros.
- Aguas sulfatadas, cargadas de sulfatos.
- Aguas sódicas, abundantes en sodio.
- Aguas cálcicas, cuyo principal componente es el calcio.
- Aguas radiactivas, en las que predomina el radón.
Por supuesto, también es posible dar con aguas constituidas por todos estos componentes al mismo tiempo y en generosas cantidades, como son las del Balneario de Fitero. ¿Te animas a probarlas?
Precauciones a tomar en tu visita a un balneario termal
Eso sí, antes de venir a un balneario termal como el nuestro debes ser precavido:
- Consulta a un médico si tienes problemas de salud. Hay enfermedades cardiovasculares que pueden requerir supervisión médica antes de usar aguas termales. Por suerte, en nuestro balneario contamos con personal sanitario especializado que estará encantado de ayudarte si lo necesitas.
- Hidrátate bien. Bebe agua antes y después de tu sesión para evitar la deshidratación.
- Evita el alcohol. No es recomendable combinar la relajación de nuestras aguas termales con bebidas alcohólicas, ¡puede generar efectos negativos en tu cuerpo!
Dicho esto, seguro que después de leer este artículo te han entrado ganas de disfrutar de los beneficios únicos de las aguas termales, ¿verdad?
En ese caso, haz ya tu reserva en Balneario de Fitero y empieza a fluir, ¡te lo has ganado!